Guadalcázar ha aprobado el Plan Municipal de Vigilancia y Control Vectorial (PMVCV) para el periodo 2025/2026, con el objetivo de reducir el riesgo de transmisión del virus del Nilo Occidental (VNO), una enfermedad vírica transmitida por mosquitos del género Culex. Este plan, desarrollado por una empresa privada en colaboración con el Ayuntamiento, responde a las directrices de la Junta de Andalucía, que ha catalogado al municipio en nivel de riesgo medio.
El diagnóstico inicial, realizado el pasado 10 de abril, identifica al municipio como un entorno propenso a la proliferación de mosquitos debido a varios factores: temperaturas estivales elevadas, presencia de agua estancada y abundante vegetación. Guadalcázar presenta un clima mediterráneo, con veranos cálidos y secos, donde las temperaturas máximas superan habitualmente los 32 °C desde mediados de junio hasta septiembre. Julio es el mes más caluroso, con máximas medias cercanas a los 35 °C, condiciones ideales para el desarrollo larvario.
Durante la fase de inspección se monitorizaron un total de 22 enclaves del término municipal. Entre los lugares visitados se encuentran el abrevadero, el lavadero antiguo, el campo de fútbol, la piscina municipal, el parque del Coto, el parque del Burrito, el parque de la Plaza del Convento, su estanque adyacente, el parque Plaza Torre, la Plaza de España, la plaza principal, el parque Huerta del Convento, la granja avícola, los viveros, el parque municipal El Hecho, el pipicán del parque canino, el cementerio, los imbornales del núcleo urbano y varios tramos de los arroyos de la Torvisca y de la Marola.
Los resultados de la inspección revelaron la presencia de larvas de Culex pipiens en el lavadero antiguo, mientras que individuos adultos fueron localizados en los arroyos de la Torvisca y de la Marola, ambos con estimaciones poblacionales bajas. Aunque no se detectó carga larvaria activa en los imbornales urbanos en el momento de la visita, estos han sido señalados como el principal foco potencial de cría, por lo que se les dará prioridad en las actuaciones larvicidas.
El plan contempla visitas mensuales durante todo el año, con campañas intensivas entre mayo y noviembre, que incluirán la aplicación de tratamientos larvicidas en imbornales, y en caso necesario, en entornos acuáticos. Las acciones se complementarán con labores de mantenimiento en jardines, zonas verdes y elementos ornamentales para reducir los refugios de adultos.
El Ayuntamiento desarrollará también una campaña de sensibilización ciudadana centrada en medidas de prevención como la eliminación de aguas estancadas, la cloración de piscinas privadas, el uso de ropa clara y larga, la instalación de mosquiteras y la aplicación de repelentes en horarios de mayor actividad del mosquito. Estos mensajes se difundirán principalmente a través de redes sociales, bandos municipales y cartelería informativa en puntos clave del municipio, especialmente aquellos frecuentados por población vulnerable.
“El entorno y el clima de Guadalcázar requieren una vigilancia constante. La implicación de la ciudadanía será fundamental para reducir los riesgos y evitar que el mosquito encuentre condiciones óptimas para desarrollarse”, concluye el informe técnico elaborado por la bióloga Cristina Santos Cobo.
Con esta iniciativa, Guadalcázar refuerza su compromiso con la salud pública, anticipándose a los desafíos que suponen las enfermedades transmitidas por vectores mediante un enfoque integral, científico y coordinado.