El capote de paseo donado por el torero Finito de Córdoba a la Virgen de la Caridad, patrona de Guadalcázar y alcaldesa perpetua del municipio, ya se ha convertido en el manto que lucirá la virgen el próximo 15 de agosto, día en el que saldrá en procesión.
El manto, confeccionado por Rafaela Luque una vecina del pueblo, ha sido bendecido en un acto en el que se contó con la presencia del torero y de su madre, María del Carmen Pineda, que es natural del municipio.
La historia de la Virgen.
Según la tradición en el municipio, la imagen de la Virgen procedía de Flandes y llegó a Guadalcázar gracias a Cristóbal Ruiz de Zuheros, escribano de la villa, del cual aún se conservan escrituras que realizó desde 1524 hasta 1537. La esposa del escribano le pedía de forma insistente una talla de la Virgen y fue en un viaje a Granada, cerca de Pinos Puente, cuando un peregrino le entregó la imagen. La talla de la madre de Dios se guardó en casa durante años y era expuesta en Semana Santa en el hospital y sacada en procesión. La imagen fue pasando posteriormente a otros miembros de la familia.
Son varios los escritores que han dejado testimonio de los milagros atribuidos a la Virgen de la Caridad y al Cristo de la Salud: el padre jesuita Martín de Roa, el carmelita Francisco de Santa María y el mismo San Juan de la Cruz, al caer gravemente enfermo en Guadalcázar.
Según cuenta el cronista de la localidad, Francisco Aguayo, entre los milagros que se cuentan aparece el relacionado con un caminante que se dirige a un campesino que se acerca a Guadalcázar y pide mayor veneración para la imagen. También se puede leer sobre un catalán que usa muletas y que tras una visita a la Virgen sale caminando sin ayuda.
Los milagros atribuidos pasan también por otras dos personas que no podían caminar y que logran andar.
Otro de los milagros nos cuenta como en la procesión de 1640, se curó a un niño pequeño gravemente enfermo.
Uno de los más llamativos que se habría producido en presencia del alguacil y de una de las personas que se habían curado de forma milagrosa, según se cuenta el Cristo inclinó la cabeza ante la imagen de su madre.
La devoción a las imágenes se extendió a pueblos cercanos, incluso a Córdoba y durante años han sido muchas las visitas recibidas para su veneración.
La procesión de la Virgen de la Cridad y el Santísimo Cristo de la Salud, será a partir de las 9 de la noche el próximo 15 de agosto.